¿Qué tal las vacaciones?.
Todos tenemos uno o varios destinos para disfrutar en verano: playa, montaña, naturaleza, el pueblo, viajes internacionales,….
Nosotros hemos tenido la suerte de disfrutar de un paraje tan hermoso como es la Vera en Extremadura, con gargantas refrescantes a elegir y lugar histórico, ya que el emperador Carlos I decidió vivir sus últimos años en la zona. Por cierto, ¿conocías un cementerio de alemanes caídos en guerra muy cerca del Monasterio de Yuste?. ¡¡Totalmente sorprendente!!.
Con el calor extremeño, hemos protegido nuestra piel con protectores solares físicos, los cuales han ayudado a cuidar nuestra salud y preservar nuestra piel de los agentes externos de los rayos solares.
En anteriores entregas te hemos explicado qué diferencia hay entre los filtros solares químicos y físicos, y quq ingredientes has de tener den cuenta (y evitar).
En esta última entrega, te indicamos algunos ingredientes efectivos y naturales para ayudarte a interpretar el INCI de esa crema solar que tienes en el baño 😉.
Son los llamados Filtros Biológicos.
Los filtros biológicos complementan los filtros físicos (óxido de zinc y/o dióxido de titanio), y aumenta el FPS.
Son sustancias antioxidantes y reparadoras que evitan la formación de radicales libres y potencian el subsistema inmunológico cutáneo, disminuyendo el daño celular, origen del fotoenvejecimiento y cáncer de piel.
Aumenta la eficacia y la seguridad de los protectores solares, mejorando la protección antioxidante natural de nuestra piel y ayudando a reparar el daño solar.
La mayoría de estos filtros contienen vitaminas A, C y E. Se ha demostrado que esta combinación, aplicada de forma repetida después de la exposición a radiación lumínica, retrasa la aparición del enrojecimiento de la piel.
Destacamos algunos:
- Extracto de Aloe Vera (Aloe barbadensis Leaf Extract): Nutre y previene el envejecimiento. Debido a su gran capacidad regeneradora es una aliada para calmar e hidratar nuestra piel tras sufrir los estragos del sol y nos proporciona un bronceado natural y duradero. Es un remedio perfecto para usar después de la exposición al sol, por su poder anti-inflamatorio y suavizante, además tiene la capacidad de ayudar a la regeneración de nuestras células por lo que nos durará más el moreno.
- Aceite de Karanja (Pongamia Glabra Seed Oil): Hidrata y reestructura las capas superiores de la piel. Se extrae el mismo de las semillas del árbol de Karanja (Pongamia glabra), que se encuentra comunmente en la India, donde se utiliza tradicionalmente en la medicina ayurvédica. Es conocido por sus propiedades medicinales y antisépticas, llegándose a utilizar incluso como insecticida natural. Esta compuesto por un alto contenido en ácido oleico (más de un 50%), también conocido como omega-9. El karanjin es un flavonoide con capacidad de eliminar insectos, parasitos y otros microorganismos. El pongamol proporciona una proteccion natural frente a los rayos ultravioleta, absorbiendo la energía lumínica y reteniendo la radiación, evitando que llegue a las capas más profundas de la piel.
- Aceite esencial de semilla de Zanahoria (Daucus carota Oil): Nutre en profundidad. Protege nuestra piel de los rayos solares. Contiene luteína el cual, junto con la Vitamina A, actua como filtro solar natural para los ojos y previene la pérdida visual progresiva. Contiene además gran cantidad de betacaroteno, iluminando la piel a modo de autobronceador y actúa como un potente antioxidante. Igualmente contiene propiedades antisépticas para evitar que las heridas se infecten. Eso sí, al ser aceite esencial (y no vegetal como los otros) debe ser diluido en uno de los anteriores.
- Aceite de aguacate (Persea Gratissima Oil): Hidrata, regenera, cicatriza, contiene antioxidantes. ofrece protección suave contra el sol gracias a sus generosas grasas mono-saturadas que, cuando son aplicadas tópicamente, forman una capa protectora sobre la piel para reducir la absorción de rayos UV. Las vitaminas A, D y E, que se encuentran en el aceite de aguacate tienen un poder antioxidante y participarán en la producción de colágeno, formando una alternativa eficaz contra las arrugas y el envejecimiento.
- Aceite de jojoba (Simmondsia chinensis) : hidrata, suaviza, mejora la elasticidad de la piel. el aceite de jojoba contiene ácido mirístico, un tipo de ácido graso saturado que ofrece protección suave contra el sol.
- Aceite de sésamo (Sesamum Indicum Oil): detiene los radicales libres, previene el envejecimiento. uno de los que más capacidad antioxidante tiene. Gracias a su contenido en vitamina E es capaz de neutralizar los radicales libres de los rayos de sol, protegiéndonos así del daño celular que pueden ocasionar los rayos UVB.
- Aceite de argán (Argania Spinosa Kernel oil): Nutre la piel en profundidad evitando la sequedad y proporcionando elasticidad para prevenir el envejecimiento. Su alto contenido en vitamina E previene los radicales libres actuando como un potente antioxidante. El aceite de argán contiene carotenoides de los que el 50% son betacarotenos precursores de la vitamina A, ayudando a reducir el daño solar, y aumentando la resistencia a las quemaduras, consiguiendo un bronceado más uniforme y duradero.
- Manteca de Karité (Butyrospermum parkii) : nutre la piel seca y sensible. Es un excelente regenerador celular. Es muy rica en vitaminas A y E, que ayudan a equilibrar, hidratar y calmar la piel, y vitamina F que ayuda a revitalizar el cabello dañado y la piel. También nos proporciona una dosis extra de colágeno que nos ayudará a luchar contra los típicos signos de envejecimiento como pueden ser las arrugas e imperfecciones en nuestra piel. Se puede usar en el cabello para darle un extra de hidratación y protección del sol. Le aportará volumen, suavidad y brillo pudiendo aplicarse tanto en húmedo como en mojado. La manteca de karité también protege y previene contra posibles quemaduras producidas por el sol, recubriendo la piel con una película invisible que conseguirá evitar una deshidratación.
- Extracto de caléndula (Calendula Officinalis Flower Extract): calma y nutre la piel sensible e irritada. Gracias a su acción calmante alivia quemaduras leves, por ello también es muy recomendable a la hora de calmar el dolor causado por quemaduras.
- Cera de abejas (Cera Alba): protege, hidrata y aporta elasticidad. La cera virgen nos brinda un factor de bloqueo frente a la radiación solar, la cual naturalmente protege los panales y las colmenas.
- Aceite de semilla de frambuesa (Rubus Idaeus Extract): el aceite de frambuesa nos aporta vitaminas A y E y mantiene nuestra piel joven. No es sólo rico en ácidos grasos omega 3 y omega-6, sino que además ofrecerá protección contra el sol mientras destierra las huellas de las estrías.
- Aceite de macadamia (Macadamia integrifolia): Altamente rico en ingredientes naturales con FPS— como: el fósforo, el potasio, la vitamina E y un compuesto de protección UV llamado ácido cinámico. muy rico en ácido palmitoleico, es hidratante y puede servir tanto como protector de los rayos del sol durante la exposición como después par rehidratar la piel. Es el protector solar por excelencia en las playas de Australia.
- Aceite de coco (Cocos Nucifera Oil): Además de proteger, este producto impide que las capas de la piel se dañen por la sobreexposición solar, garantizando un bonito bronceado.
- Aceite de Germen de trigo (Triticum vulgare germ oil): Es rico en vitamina E y produce los suficientes antioxidantes como para reparar el daño ocasionado por el sol en la piel. Tiene la capacidad para revertir o prevenir los daños hechos por los rayos ultravioletas. También se usa para tratar psoriasis, eczemas y quemaduras.
Algunos aceites esenciales poseen un factor de protección solar similar al de los vegetales. Además ofrecen propiedades tónicas cutáneas y antiinflamatorias. Los más utilizados en este caso son: La lavanda (Lavandula angustifolia), el palo de Hô (Cinnamomum camphora QT linalol), el naranjo amargo (Citrus aurantium ssp amara, hoja) o el palo de rosa (Aniba rosaeodora, hoja).
Como puedes comprobar, existen opciones de sobra para cuidar tu piel con cosmética natural. Los filtros solares químicos únicamente taponan la piel y la sobrecargan de ingredientes tóxicos.
Por tanto, sigue siempre estas recomendaciones:
- Utiliza filtros físicos combinandos con filtros biológicos.
- Evita la exposición directa entre las 12h – 17h. En caso de no poder evitarlo, utilizar los filtros físicos, unido a gorro y gafas de sol.
- Recuerda recibir los 15-30 minutos de sol fuera de ese horario, con el fin de sintentizar la Vitamina D tan necesaria para fihar el calcio en los huesos, prevenir enfermedades y mejorar nuestro ánimo.
Por supuesto, estos filtros biológicos contienen otras propiedades que en próximos posts iremos ampliando.
¿Conocías las propiedades de protección contra el sol de estos filtros?
¿Por qué no nos aportas alguno más? ;).
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