Por fin el sol, el veranito y las ganas de disfrutar al aire libre han venido para quedarse (y lo que se ha hecho de rogar,…).
Nuestro cuerpo también se alegra de recibir a su amigo el Sol.
Nos alegra nuestro estado ánimo, nos da alegría, y sentimos el calor en nuestra piel, …
A través de la piel recibimos nuestra dosis de Vitamina D, tan necesaria para fijar el calcio en el organismo y evitar así el riesgo de padecer osteoporosis, la amenaza fantasma entre las mujeres.
La vitamina D es la única que podemos sintetizarla mediante la luz solar, o lo que es lo mismo, fotosintetizar.
Pero, ¿acaso podemos tumbarnos al sol durante horas?. No, ya que la radiación ultravioleta también es la responsable del envejecimiento de la piel y provoca distintos tipos de cáncer.
Para algunos especialistas, la solución pasa por exponerse al sol sin protección 15 minutos al día, tres días a la semana, a primera hora de la mañana o al atardecer. Da un paseo o túmbate al sol, pero ten cuidado si tu piel comienza a enrojecer, ya que deberás buscar una buena sombra y esperar a otro momento.
¿Y los rayos solares? ¿Qué son y cómo nos afectan?
Cuando nos exponemos al sol nuestra piel cambia de color, debido a que la radiación estimula al cuerpo a auto protegerse y esto lo hace escudándose a través de un mecanismo en el que se produce más melanina (pigmento oscuro) que filtra parte de la radiación minimizando el efecto; es por eso que el color de la piel se oscurece.
La radiación ultravioleta (UV) se divide en dos segmentos diferentes:
- UVA: Alcanza totalmente la superficie terrestre; broncean de inmediato, pero su resultado es poco duradero. Penetran hasta las capas más profundas de la dermis, donde generan radicales libres que provocan alteraciones celulares y causan el envejecimiento prematuro de la piel (arrugas, manchas y falta de elasticidad), además de provocar cáncer.
- UVB: Penetran menos que los UVA, pero son más reflejantes: 90% es bloqueada por el ozono y por el oxígeno de la atmósfera y como es más energética resulta más dañina para la biósfera. Provoca además mayor efecto sobre la piel ya que inicia el efecto rápidamente y después actúa con lentitud lo que le toma un tiempo más prolongado, dando el tono bronceado de la piel. Es indispensables para la síntesis de vitamina D y se filtran fácilmente con gafas, ropa y filtros solares. Una exposición prolongada deprime el sistema inmune y la capa córnea del ojo los absorbe. Puede quemar el tejido, zonas enrojecidas, despellejamiento, ardor y dolor.
Los UVA combinados con los UVB son la primera causa de melanoma.
¿Y cómo proteger tu piel más tiempo con protección de forma natural?
A lo largo de la historia, la mayoría de los puestos de trabajo exigían trabajar al aire libre sin protección solar, y los casos de cáncer de piel era escasa (sí es cierto que se ponían a la sombra en las horas centrales y se tapaban más con ropa), pero es curioso conocer cómo existe una relación entre el aumento de protección solar con químicos y la tasa de cáncer de piel, lo que ha provocado que la industria nos recomiende utilizar más protector solar (que ironía, …).
Prácticamente cualquier crema protectora que nos ponemos contiene tóxicos que perjudican la piel, disruptores hormonales relacionados con diferentes tipos de cáncer, y filtros químicos que penetran en el organismo con consecuencias fatídicas.
La mejor solución siempre es elegir cosmética natural, que no contenga tóxicos en su composición. Pero, …, hay que conocer bien los diferentes tipo de protectores solares para que puedas elegir lo más adecuado para tu salud y tu piel.
Los filtros solares pueden ser de dos tipos: físicos y químicos. Ambos son igualmente eficaces a la hora de proteger la piel de las radiaciones solares, pero cada uno tiene ventajas e inconvenientes.
- Filtros químicos: este tipo de filtros están compuestos de moléculas que absorben los rayos UVA y UVB y protegen las capas más profundas de la piel. Pueden provocar intolerancias y alergias en la piel, y al absorberse, penetran en el organismo componentes habituales como el octylcrylene, el octinoxate, el avobenzone, el oxybenzone, el octisalate, el homosalate, el 4-MBC, entre otros. Han de aplicarse 30 minutos antes a la exposición al sol.
- Filtros físicos: contienen micropartículas que actúan como pequeños espejos que reflejan la radiación solar e impiden que la piel la absorba. Son más densos que los filtros químicos y a veces dejan manchas blanquecinas sobre la piel que puede no absorber. Al no penetrar en el organismo, son idóneos para pieles delicadas e intolerantes, y para la salud en general. Los ingredientes habituales son el dióxido de titanio, óxido de cinc, y el dióxido de zinc, considerados saludables porque no son absorbidos por nuestra piel (eliminamos posibles alergias). Pueden aplicarse en el mismo momento de la exposición al sol, y renovar su uso cada 2,5 horas máximo.
Otras magníficas ventajas que nos ofrecen los filtros físicos es su no contaminación al medio ambiente, al ser sustancias minerales, siendo además biodegradables.
Información básica sobre los protectores solares y la piel
– Las pieles que más deben extremar las precauciones son las personas de piel y ojos claros, que se exponen de manera prolongada al sol.
– Los que han tenido en alguna ocasión algún eritema o episodios de quemaduras solares.
– Las personas con propensión a manchas y las personas con pecas.
– Los que tienen algún familiar afectado de cáncer de piel.
Nuestra conclusión es facilitar a nuestra piel y estado de ánimo una exposición moderada y controlada en las primeras o últimas horas del día, durante no más de 15-30 minutos, y evitar las horas centrales por el mayor aumento de los rayos solares.
El resto de horas,.., protección solar con ingredientes ecológicos y naturales.
En próximos posts te hablaremos de algunos ingredientes para que puedas interpretar el INCI de los diferentes protectores solares que hay en el mercado, dándote la posibilidad de elegir entre la amplia gama (por suerte) que hay de protectores naturales.
Queremos resolverte tus dudas, y deseamos con todas nuestras fuerzas, que sepas cuidarte a ti, a tu familia y a tu entorno contra las consecuencias negativas que un mal uso del sol realizamos cada verano,…
Cuéntanos un poco sobre ti, ¿Qué protectores solares has utilizado hasta ahora? ¿Consideras que te han funcionado?
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